El martirio de los Macabeos
Antíoco Epifanes, monarca de Siria, conquista Jerusalén y se propone acabar con la religión judaica, obligando a los judíos a ofrecer sacrificios a los dioses falsos. Muchos judíos se niegan a obedecer las órdenes del rey y mueren heroicamente en medio de grandes sufrimientos.
En Jersualén vive una familia compuesta por una madre y siete hijos. Todos ellos profesan una gran amor a Dios y sólo conocen el temor de ofenderle.
Un día son llevados ante el rey. Antíoco les ordena que ofrezcan sacrificios a los ídolos y que abandonen su religión, bajo la siguiente amenaza: O hacéis lo que os pido o moriréis en el tormento. La contestación de los jóvenes es la siguiente: Preferimos morir antes que desobedecer a Dios. Esto es mucho más importante para nosotros. Estamos dispuestos a dar la vida.
El rey -enfurecido con esta respuesta- ordena a sus verdugos: Coged al mayor de los hermanos; cortadle la lengua, los brazos y arrancadle la piel de la cabeza; después arrojadle a una caldera de aceite hirviendo.
También el segundo de los jóvenes muere entre horribles tormentos. Un poco antes de expiar, mira al tirano y le dice: ¡Príncipe malvado!, tú nos quitas la vida presente, pero el Señor de los cielos y la tierr nos resucitará y nos dará la vida eterna, porque morimos en defensa de su ley.
De igual modo mueren los restantes hermanos. Sólo queda el más pequeño. Antíoco desea convencerle y cambia de táctica: Si abandonas la religión de tus padres -le dice- serás uno de mis amigos, te dar´r grandes cargos en el país y te colmaré de riquezas.
El niño mira al rey y le dice: ¿Qué esperas? Yo no obedeceré tus órdenes y moriré como mis hermanos. Antíoco se dirige ahora a la madre para que anime a su hijo a adorar a los ídolos. La mujer abrazando a su hijo le alienta a permanecer fiel a Dios: ¡Hijo mío, muy querido!, pídele a Dios fortaleza, y ten el mismo valor que tus hermanos; recibe la muerte con alegría, a fin de que por la misericordia del Señor, te vuelva a ver en la gloria que esperamos en el Cielo.
De nuevo el niño habla al rey: Estoy dispuesto a morir y no tengo miedo a ti castigo. Yo sólo obedezco los mandamientos de Dios.
Anécdotas y catequesis 
A mi me parce muy linda la historia y como´esa madre fue tal valiente al ver como torturaban asus hijos , luego a ella , pero todo era por amor a DIOS y por la fe que tenian en sus promesas , asi mismo tambien esteban un hombre lleno de la sabiduria y de la gracia de DIOS murio apedreado
las profecias biblicas estan escritos para estos dias lo mismo nos ocurrira a todos los que guardan las leyes de dios
el que aprende a conocer al padre, llega a tener la felicidad, porque en medio de las tribulaciones, cuando el mundo nos ataca a diario, a traves de los sufrimientos, hasta llegar a enfermedades terribles y dolorosas, para el cristiano, eso es ganancia en el Señor, pues sabemos y estamos seguros que Dios tiene un proposito con cada uno de nosotros y nos tiene un lugar mejor permanente, èl lo ha dicho, el cielo, en donde ya nadie nos puede hacer daño, y aqui en la tierra tambien nada nos puede apartar del amor de Dios, y todo con la ayuda del Espiritu Santo podemos soportar.
Durante la persecución comunista en la guerra civil española hay un caso de una madre ¡de 83 años! y sus cuatro hijas religiosas. He pensado en los macabeos y por si no la conocías te la mando. Hoy, 25 de octubre, se celebra su fiesta http://www.memoriarepublicana.com/tag/algemesi/
Saludos
Aquí está mejor y más amplio: http://www.hispaniamartyr.org/Martires/Familia_Ferragud.htm
Una historia de verdadera valentia.
Es una historia llena de fe en la resurrección de los muertos y en el premio del cielo que Dios concederá a todos los que siguen su santa Ley.